La violencia de género es un problema social, de carácter estructural, que tiene su raíz en el machismo entendiendo que los orígenes del machismo en la sociedad mexicana es la fuerza que ejerce la figura materna, que en muchas ocasiones realiza por sí misma los dos roles, paterno y materno, con el desequilibrio que conlleva todo ello. Propiciado por la propia madre, dentro del ambiente familiar, donde coexiste la admiración por lo «masculino» y el desprecio por lo «femenino», la sumisión hacia la autoridad paterna (aunque no exista) y una fuerte valoración de la virginidad en las mujeres. Originando la desigualdad que se reproducen y perpetúan generación tras generación en toda sociedad, a través de múltiples vías: la cultura, la moda, la música, la literatura, la publicidad, los medios de comunicación, la religión, los videojuegos, las redes sociales… Hablamos de un problema presente en toda sociedad, en todas las esferas sociales y, por supuesto, en todas las capas de población, incluidas las más jóvenes. Manifestándose la violencia en diferentes formas: física, sexual, psicológica y económica
Ocurre con mayor frecuencia en el seno de la familia, no hay que olvidar este concepto. Es toda acción u omisión cometida por algún miembro de la familia en relación de poder, sin importar el espacio físico donde ocurra, que perjudique el bienestar, la integridad física, psicológica o la libertad y el derecho al pleno desarrollo de otro miembro de la familia.
¿Pero existe violencia de género en la mujer embarazada?
«Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer; así mismo, la amenaza de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como en la privada»
¿Pero quién defiende a la embarazada?
¿Quien defiende al futuro bebé cuando se diagnostica, que es sexo femenino?
Al nacer niña, sus derechos empiezan a hacer violentados principalmente por la madre y sus familiares más cercanos, ¿lo sabemos?
Déjenme mencionar que según el estudio de “Violencia de pareja durante el embarazo en mujeres que dan a luz en hospitales públicos de Andalucía”, realizado con más de 700 embarazadas y recogido en la tesis doctoral de la matrona María Casilda Velasco Juez, el 21% de las mujeres padeció violencia emocional, y el 3,6% violencia física o sexual. Entre las agredidas físicamente, el 36,1% reportó que la violencia acontecía “muy a menudo” o “diariamente” y el 20,3% padeció daños como hematomas, quemaduras o huesos fracturados.
Al mismo tiempo la violencia el embarazo supone un riesgo para la salud tanto de la gestante como del feto. Si entre las mujeres que no padecen violencia la amenaza de parto pretérmino o prematuro oscila entre un 6 y un 7%, entre las que son víctimas de violencia el riesgo se dispara al 13-15%. Entre las mujeres que sufren violencia psicológica (no física) hay 2,1 veces más probabilidad de tener una amenaza de parto pretérmino. Esa probabilidad se dispara 4,7 veces más entre las que no tienen apoyo en su entorno.
Del estudio señalado se desprende que un 25% de los niños y niñas que han recibido malos tratos sufren inestabilidad emocional, un 22% depresión y un 20% problemas generalizados en su desarrollo evolutivo, además de problemas de autoestima y otro tipo de dificultades.
Mencioné la desgracia de nacer mujer en China, por que la razón principal de nacer hombre es por el aporte laboral al país, En México son por otras razones, principalmente el machismo y el desprecio a la mujer.
Comparto y me uno al movimiento actual del empoderamiento de la mujer, sus luchas y razones, pero principalmente por que sé que hay padres que se son afortunados de tener hermosas mujeres como hijas, que antes de nacer ya sabían que eran mujeres, que están en el momento de sus partos y llegadas a este mundo; bendicen: dan gracias a Dios de tener hijas mujeres.
Jamás pasa por su mente de la gestación expresiones o manifestaciones de dolor, decepción o enojo por ser mujeres.
En todo momento desde que llegaron a su vida, no saben quien han sido más feliz ellos o ellas, solo sé que el amor que ambos se dan ha valido la pena y todo lo que se pueda decir en palabras ES de Amor. Jamás dicen: ya están aquí, las tengo que querer, “Ya ni modo” son MUJERES.
Las clínicas de Reproducción Asistida pueden llegar a tener solicitudes de selección de sexo por indicaciones como: Enfermedades recesivas ligadas al cromosoma X como son las siguientes: distrofia muscular de Duchenne, hemofilia, daltonismo, síndrome de X-frágil, etc.
También es posible evitar enfermedades ligadas al cromosoma Y como, por ejemplo, las microdeleciones que provocan azoospermia.
Si embargo mas del 80% son para selección de sexo por hombre y/o mujer
Las técnicas que se realizan son diversas con sus porcentajes de asertividad o fallas, lo que conocemos como sensibilidad y especificidad, por ejemplo.
A continuación, se comentan algunas opciones:
Microsort
Es una técnica de alta tecnología basada en el contenido del material genético dentro del espermatozoide.
El cromosoma Y es mucho más pequeño que el cromosoma X. Por tanto, el espermatozoide masculino tiene un 2,8% menos de ADN en su interior que el espermatozoide femenino.
El aparato diseñado para identificar esta diferencia y clasificar a los espermatozoides se llama citómetro de flujo y la técnica es conocida como Microsort.
Una vez separados los espermatozoides portadores del cromosoma X de los portadores del cromosoma Y, éstos se pueden introducir en el aparato reproductor femenino mediante una inseminación artificial (IA) para conseguir el embarazo.
La tasa de éxito del Microsort es del 70-80%. Sin embargo, este procedimiento todavía se está probando en ensayos clínicos y aún no cuenta con la aprobación de la Agencia de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA). El motivo es el uso de un colorante para separar los espermatozoides que podría afectar a la viabilidad posterior.
Método Ericsson
La base de esta técnica es la rapidez de nado de los espermatozoides.
Debido al contenido en ADN de los espermatozoides, se dice que los portadores del cromosoma Y serán más ligeros y rápidos que los portadores del cromosoma X, que serán más lentos. Con una modificación en el protocolo de capacitación del semen en el laboratorio, es posible enriquecer la muestra con los espermatozoides del sexo deseado e introducirlos directamente en el útero mediante una IA.
El porcentaje de éxito del método Ericsson está en alrededor del 70%.
Método de Shettles
Consiste en programar las relaciones sexuales en días específicos del ciclo menstrual de la mujer.
Los defensores del método Shettles apoyan la cuestión de que los espermatozoides portadores del cromosoma Y son más rápidos y viven menos que los portadores del cromosoma X. Por tanto, durante los días próximos a la ovulación habrá más posibilidades de tener un varón. En cambio, unos cuatro o cinco días antes de la ovulación la posibilidad de tener una niña aumenta porque los espermatozoides con el cromosoma X sobreviven más días.
Para saber cuándo tiene lugar la ovulación, se puede utilizar el método de medición de la temperatura corporal.
Algunos de los especialistas que están a favor de esta teoría apuntan que su fiabilidad es del 75%, pero otros expertos la cuestionan.
Método Whelan
También consiste en programar las relaciones sexuales en función de la ovulación. Sin embargo, esta teoría se contradice con la anterior.
El método Whelan afirma que los cambios bioquímicos que favorecen a los espermatozoides con cromosoma Y ocurren primero en el ciclo de la mujer. Así pues, si se desea tener un niño, el coito deberá producirse entre cuatro y seis días antes de la ovulación y, por el contrario, si el deseo es tener una niña, lo mejor es dos o tres días antes de ovular.
La eficacia de este método está cuestionada al igual que en el caso anterior, aunque algunos afirman que es del 60%.
Técnica postembrionaria: el DGP
La sigla DGP corresponde a diagnóstico genético preimplantacional, el cual tiene lugar una vez obtenidos los embriones en el laboratorio durante un tratamiento de fecundación in vitro (FIV).
La principal aplicación del DGP es la de seleccionar un embrión «genéticamente sano» para evitar tener un hijo con algún trastorno genético. Además, como esta técnica permite analizar todos los cromosomas del embrión, es posible observar la existencia del cromosoma X o Y y saber el sexo de cada uno.
Después de hacer este análisis genético, los embriones elegidos son transferidos al útero de la madre con tal de conseguir el embarazo.
Su eficacia para la selección del sexo es del 97.7%. Para evitar enfermedades o alteraciones genéticas también es altamente efectiva. No obstante, se aconseja a toda futura madre mayor de 35 años realizarse la amniocentesis durante la gestación para descartar anomalías genéticas.
¿Cuándo se solicita selección de sexo, la pareja incurre en violencia de género?
¿Qué pasa si se detecta violencia en el embarazo?
No hay muchos escritos documentados en nuestro medio, en otros países existen leyes que defienden al futuro nacido como ejemplo.
Artículo 65: De las medidas de suspensión de la patria potestad o la custodia de menores. El Juez podrá suspender para el inculpado por violencia de género el ejercicio de la patria potestad o de la guarda y custodia, respecto de los menores a que se refiera.
Artículo 66: De la medida de suspensión del régimen de visitas. El Juez podrá ordenar la suspensión de visitas del inculpado por violencia de género a sus descendientes.
¿En México quien los defenderá? Si la propia madre es quien inicia desde el embarazo la agresión sobre su propia progenie.
Creo que la mujer sigue ganando terreno en nuestro medio, incluso para los que no han nacido, cuestión de saber los primeros casos.