Entre las personas existen muchas diferencias, desde su aspecto físico hasta en sus pensamientos, emociones y conductas. La infertilidad es un padecimiento común en la actualidad, este puede influir en nuestra relación de pareja como en nuestras emociones incluso cambiar el rumbo de nuestro proyecto de vida. Pero no todos reaccionamos igual ante la infertilidad y las diferencias se hacen notar en la misma relación de pareja.
En consulta psicológica hemos escuchado esta pregunta frecuentemente ¿Por qué a mi pareja parece no importarle?
Las diferencias de género podrían ser la causa de la respuesta ante la infertilidad, pero reconozcamos que los tratamientos de reproducción asistida incidirán físicamente más sobre la mujer, generando mayor esfuerzo para ella. Cuando la pareja se enfrenta a un problema reproductivo se ve envuelto en un cúmulo de cambios, generando en cada individuo malestares emocionales, cambio de ideas o creencias y es de allí que parte la forma de vivirlo y de expresarlo.
La mujer tiende a expresar su tristeza llorando y probablemente refugiándose en sus seres queridos, el hombre en cambio puede adoptar conductas de evasión, busca refugio en su trabajo o en las salidas con amigos, pero esto no quiere decir que uno esté más preocupado e implicado con el proyecto que el otro, sino que cada uno expresa su malestar de forma distinta.
Debes considerar que esta situación es importante y que, a pesar de las reacciones de cada uno, ambos pasan por un momento difícil. Es relevante ante esta situación mantener un dialogo fluido entre la pareja, expresar lo que sentimos evitará confusión sobre las reacciones de cada uno. Además, debemos respetar las manifestaciones de angustia que cada uno presente.
El dialogo es importante, mantener una comunicación asertiva te facilitará la expresión y comprensión de lo que vives en este momento, también es recomendable que la pareja se muestre afecto durante un proceso de reproducción asistida o ante la infertilidad. El afecto es una expresión de cariño, de amor, de amistad, con la que demostramos que alguien nos importa, que hay una vinculación, que la relación entre dos personas o un grupo es un acto mucho más importante que algo social, los halagos verbales podrían ser la forma adecuada de expresarlos, podrías ser amable con tu pareja, decirle frases como “me encanta compartir contigo cada momento”, parece un ejercicio pequeño, pero realmente genera un cambio, inténtalo y observa los beneficios de esta práctica.