La fecundación in vitro con óvulos de donante y semen de la pareja es una técnica de laboratorio que consiste en fecundar los óvulos de una donante con los espermatozoides de tu pareja. Esta técnica ofrece una probabilidad de embarazo, certificada de hasta un 94%.
La fecundación in vitro con óvulos de donante y semen de la pareja es una técnica de laboratorio que consiste en fecundar los óvulos procedentes de una donante con los espermatozoides del semen de tu pareja. Una vez fecundado, el óvulo se convierte en un preembrión y se tranfieren al útero, previamente preparado, para que continúe su desarrollo.
La legislación española establece que la donación de óvulos es anónima (no puede existir conocimiento entre receptora y donante ni en el presente ni en el futuro) y voluntaria (la comercialización de óvulos y embriones está prohibida por la ley en España. Las donantes deben tener entre 18 y 35 años y reciben una compensación económica por la dedicación y el tiempo destinados a la donación.
Este tipo de fecundación in vitro se recomienda cuando tienes problemas en los ovarios y es necesario recurrir a los óvulos de una donante. Puede ser que tus ovarios no produzcan óvulos o bien que los óvulos tengan una calidad inadecuada (Ver causas de esterilidad femenina). También se recurre a la esta técnica si tienes alguna enfermedad genética, alguna anomalía cromosómica o padeces alguna enfermedad que contraindica la estimulación ovárica.
1. Selección de la donante
Las donantes son seleccionadas en base a criterios médicos muy estrictos y se le realizan baterías de pruebas complementarias para descartar patologías importantes que pudieran tener repercusión en la salud del recién nacido.
Uno de los factores diferenciales de nuestro programa de donación es el intentar alcanzar la mayor similitud posible entre las características físicas (fenotipos) de la donante y de la receptora. Es lo que nosotros llamamos hacer un buen “matching fenotípico”. Estos resultados son revisados por un médico que comprueba también la ausencia de enfermedades genéticas conocidas hasta el momento en los antecedentes personales o familiares, mientras que un psicólogo evalúa la salud mental de la donante.
Finalmente, la donante firma un consentimiento, conforme a la ley española, donde acepta donar sus óvulos a una pareja que desee un hijo y no tratará de conocer nunca su identidad.
2. Tratamiento de la donante
Las donantes deben seguir un tratamiento de estimulación ovárica de unas dos semanas de duración, que consiste en la administración de inyecciones subcutáneas de hormonas y se hace un seguimiento mediante ecografías y análisis de sangre, si procede. Los óvulos se extraen mediante una punción ovárica realizada bajo sedación.
3. Fecundación in vitro y transferencia del embrión
Al igual que en la Fecundación in vitro propia (con óvulos y semen de la pareja) una vez extraídos los óvulos, de la donante, se cultivan durante unas horas y mientras se prepara el semen para aislar los espermatozoides.
Si la técnica que se va a utilizar es la ICSI (microinyección de un espermatozoide en cada óvulo maduro), los óvulos se denudan ,es decir, se les quita las células que rodean su superficie , y se inyecta un espermatozoide en cada uno. En nuestro centro practicamos la ICSI en el 99% de los casos, a menos que se indique lo contrario.
En el caso de practicar una fecundación in vitro clásica, se colocan los espermatozoides (entre 50.000 y 100.000) en el medio del cultivo donde están los óvulos y al día siguiente se comprueba cuántos de ellos han sido fecundados. Obviamente, cuanto mayor es el número de óvulos y mejor calidad tenga el semen mayores son las posibilidades de obtener embriones. Esta técnica tiene el inconveniente de ofrecer menores tasas de fertilización, dado que el espermatozoide no es introducido directamente en el óvulo.
Al día siguiente de la extracción y de la ICSI de los óvulos sabremos el número de ellos que han fecundado. En los 2 o 3 días siguientes estos óvulos fertilizados se convierten en preembriones preparados para ser transferidos al útero. El día de la transferencia se selecciona los preembriones que presentan mejores características de desarrollo. Según la ley podemos transferir hasta 3 preembriones pero el número medio más habitual es de 2. Los preembriones se introducen en un fino catéter y se canalizan por el ginecólogo hasta el final del útero. No es necesaria anestesia. De los preembriones transferidos, habitualmente sólo se implanta uno de ellos, pero hay que tener en cuenta que en algunas ocasiones puede implantarse más de uno, lo que daría lugar a un embarazo múltiple.
4. Criopreservación
Los preembriones no transferidos se congelan mediante nitrógeno líquido (esta criopreservación es conocida como vitrificación) y posteriormente se almacenan en el banco de embriones convenientemente identificados. Estos preembriones se pueden utilizar en ciclos posteriores si no se consigue un embarazo en el primer intento. Evidentemente, el tratamiento para preparar el útero para una transferencia de embriones congelados es mucho más sencillo ya que no es necesaria la estimulación y extracción de óvulos.